El era un asesino.
Como esos que veía en la televisión,
como aquellos de las películas de ficción.
¿Por qué no fue Michael Myers, Jason o Pinhead?
Lo que si sé, es que lo suyo fue mera acuación.
Todo lo que causó fue dolor,
y eso que solo fue una efímera aparición.
Y yo, cual tonta protagonista caí en la trama,
hasta Laurie Strode se hubiera quedado pasmada.
Me arrebató los sueños cual Freddy Krueger,
me arrancó la piel como Leatherface,
jugó con mis sentimientos así como Jigsaw.
Ya no quiero nada y no lo digo por amargada,
solo queda ausencia.
Me quedé sin dinero para más entradas y aunque aún tuviera,
ya no estoy interesada.
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Figure 11.23, 1997 - Jenny Saville |
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